No felicito.

No felicito.

No me sale del alma felicitar en esta fechas hipocritas y traicioneras para la memoria, sobre todo para el corazón que se revoluciona y entristece cuando se piensa en esos seres queridos que se fueron para siempre a un mundo mejor o ¿quién sabe?. 

No soy tan duro como puedo parecer a primera vista, simplemente es que no me sale del alma la cursilada adobada de felicitar por quedar bien. Pues no me pagan por esto, y como no sacó absolutamente nada no felicito, y menos este año que ha sido muy duro por la gran pérdida de un ser querido que siempre llevaré en el corazón, a él si felicito, no a otros que cuando me di la vuelta me traicionaron por la espalda, porque de frente no tenían cojones.

En un mundo donde hasta en la playa nos felicitamos, ustedes me dirán a que carajo viene ahora otra felicitación. Seguro que se diran porque estamos en fiesta, en Navidad y mil gilipolleces más que de nada me vale, solo me vale el día a día, el trato con la gente y los problemas también. Pero cuando se solucionan, porque sino de nada vale seguir con alguien cuando el problema sigue. 

Solo decir antes de terminar, que los que me han felicitado lo agradezco muchísimo, porque demuestran que no me tienen rencor y me respetan tal como soy, un loco soñador más por el mundo. Pero sin hacerle daño a nadie. Gracias. Pero no felicitó.