Esta famosa Venta ( no confundan con la de er Nabo ) se encuentra en el barrio de Bellavista, un precioso edificio de estilo regionalista.
Fue el mozo de espada Carlos Antequera del torero Antonio Fuente, el que tras retirarse y conseguir un dinero compró unos terrenos e hizo la famosa Venta de Antequera en 1916, un lugar para un respiro o descanso de aquellos viajeros que venían a Sevilla, siendo en 1927, cuando empieza a relacionarse con el mundo taurino y ferial, convirtiéndose en fonda de grandes toreros y ganaderos, Venta que era la última parada antes de llegar a una corrida a la Real Maestranza.
La Venta de Antequera fue todo un referente en el mundo taurino como el cultural, donde tuvo la primera reunión de los poetas de la Generación del 27 (no la de hoy, que mejor callarse), reunidos como homenaje a Luis de Góngora y encabezado por el torero Ignacio Sánchez Mejías.
En 1929, el hijo del fundador decidió hacer una Venta más grande en los mismos terrenos, por lo que consigue convencer a los caciques bodegueros de Jerez para que construyeran sus pabellones anuncios alrededor de los corrales. Estos bodegueros hicieron los pabellones a su estilo, los que fueron construidos por las bodegas de Gonzalez Byass, Domecq, Osborne, Marqués de Mérito, Garvey, Sánchez Romate y Agustin Blázquez entre 1927 y 1929, pabellones que se construyeron con riquísimos materiales y donde participó el gran artista ceramista don Enrique Orce.
Hay que destacar la visita en 1930 de Don Alfonso XIII, que quedó tan maravillado de la Venta, que otorgó desde el momento el título del Real Venta de Antequera.
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