Cada vez que voy a verte.


Cada vez que voy a verte menos comprendo tu injusta sentencia, la que fue la más falsa de toda la historia. 

¿Como pudieron condenar a un hombre que en su mirada solo había humildad, amor y verdad hacia todos los hombres?. Desde entonces es cuando la justicia no es tan justicia sino injusticia, porque ante el Hijo de Dios no hay justicia ni sentencia que le puedan leer, pero se atrevieron y se la leyeron, por eso mi Señor de la Sentencia en Sevilla se quedó, donde no hay un mal nacido que se atreva a acusarlo de nada y menos de leerle una falsa sentencia, y si algo le pueden leer son sus ojos, los que nos dicen; humildad, amor y verdad hacia todos los hombres.

      Foto de Antonio López.

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