La primera es la de la Cofradía medieval, que fueron casi todas de origen gremial, llegando hasta principios del siglo XVI; la segunda la Cofradía de sangre, en la que se empleaban elementos procesionales y que llegan hasta el siglo XVII, que es cuando se convierten en barrocas; la tercera en el reinado de Carlos III, que es cuando son violentadas hasta llegar a la cuarta época en 1940 o 1950, a la grandeza de la Cofradía superbarroca.
Fuera de lo comentado, yo particularmente añadiría otra época en las cofradías, una quinta; la del niñaterío, la de los inventos, la de las nuevas tradiciones, la de los nuevos vestidores, la de las nuevas composiciones de marchas para Discoteca (perdón, para Semana Santa), la de los sabios cofrade y la de la prensa morada. Dándose todo esto en el siglo actual en que vivimos.
Con esto no digo ni mucho menos quiero exponer, que cualquier otro tiempo fue mejor ni peor, solo que hoy están sufriendo nuestras Hermandades tanto por parte de la política, la misma Iglesia y sus propios cofrades una guerra absurda llamada ODIO, no llevándolas adsolutamente a nada, solo a un precipicio donde algún día caerán y todos lamentaremos. Esperemos que esta quinta etapa, llena de lo que ya hemos expuesto no pueda con la gran historia y peso que tienen nuestras Hermandades.
Foto de Fernando Pino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario