Fue Marcia una niña abandonada a la que recogió el presbítero Jacinto en la calle, pasando de servir como esclava en la casa de Cómodo a la cama de este, no piensen mal.
Al ser Marcia cristiana, como es normal quiso favorecer y proteger a los cristianos que estaban como esclavos. Un día Marcia se reunió con el Papa Víctor I, al que le pidió que le hiciese una lista con los cristianos de Roma condenado en los terribles trabajo de las minas de Cerdeña.
Cuando consiguió la lista en la mano, Marcia fue a entregársela a Cómodo después de echarle un buen polvo en la cama, consiguiendo el perdón de los cristianos gracias ese polvo que dejo a Cómodo en las nubes. Si todos los polvos fueran iguales...
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