El patrimonio humano de la Madrugá.
Todo lo que nos están contando sobre la pasada y terrorífica Madrugá es una mentira como la Catedral de grande. Que si efecto dominó, que sí ajedrez, que si parchís me importa como a cualquiera esta noche tan esperada para vivirla con intensidad, amor a Dios y a su Madre un Carajo, porque sepan señores, qué tonto no somos, lo que pasa es que el dinero y el trinconeo os viene de muerte, por eso nunca diréis la verdad y por eso nunca os creeremos.
Cuando escucho o leo "carreritas" se me descompone el vientre, ¿carreritas? Señores, cómo se nota que ustedes habéis estado en balcones y no en la calle, o a lo mejor ni la habéis vivido en persona como muchas criaturas han vivido la Madrugá. Preguntarle a los que hemos pasado por este calvario por desgracia sí son "carreritas" o avalanchas de gente llena de pánico intentando huir de un algo tan terrorífico, que os dirán lo mismo que yo, pues que hasta el día que se manifieste en condiciones como quieren algunos malnacidos en esta hermosa Madrugá no se daréis cuenta de la tragedia que puede dejar.
Luego dicen; hemos detenido a cinco delincuentes comunes, después a ocho, uno es esto, el otro esto, ¿y qué que nos importa a los que hemos sufrido esta "semilla del pánico" sembrada desde el 2000 lo que nos digan ustedes? Y digo que nos importa, porque pasará como en el 2000, todo se quedará muy liado y sin saberse nada de nada, sólo lo que ustedes señores queréis contarnos, mentiras tras mentiras.
Yo, y hablo desde mi persona, no como muchos desde otra, particularmente si fuese Hermano Mayor de alguna Cofradía me negaría a seguir poniendo en peligro el patrimonio más grande de la Semana Santa, su gente, sus hermanos, esas que no son un manto bordado ni un misterio dorado, pero que cuando pasa algo tan imposible de olvidar como las "carreritas" según ustedes y las cochambrosas televisiones locales se centran más en las imágenes que en el patrimonio humano, da que pensar, ¿y todo esto saben por qué? Por el turismo y el dichoso dinero.
La Madrugá que el Dios de San Lorenzo o la Señora de Sevilla se bajen de su paso, tengan en cuenta, que el primer guantazo que den irá hacia ustedes, los que nunca nos habéis contado la verdad, sólo la vuestra, la mentira.
Foto de Daniel Salvador .
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