Sí, así es la historia de algunos cerdos Papas que para nada dieron ejemplo de lo que predicaban.
Fue Juan XII (16 de Diciembre de 955-14 de Mayo 964), quien durante su pontificado y hablemos claro, se acostaba hasta con una mosca el muy salido, por lo que el emperador Otón I le tuvo que llamar la atención, ya que como máximo jerarca de la cristiandad no daba un carajo de ejemplo.
Otón I impuso, que ningún Papa podía ser elegido sin el placet imperial, cosa lógica tal como estaban estos santurrones.
Ya retirado Juan XII de su pontificado y harto de todo, un día cuando paseaba por una de las bellas calles de Roma, un hombre se le acercó por la espalda al Papa y le dió siete puñaladas. El buen hombre confesó que lo hizo porque el Papita de los cojones había violado a su joven y bella mujer, por esto el Papa León VIII, sucesor de Juan XII lo perdonó, un perdón más que merecido, no como otros.
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