Pues ya desde el antiguo Egipto tenían fama las habas de ser un alimento afrodisíaco, como también de indigestas (tengan cuidadito con un atracón más cerveza). Aunque un servidor no está para dar consejos, cuándo es capaz de comerse un kilo de habas.
El conocido Pitágora prohibió las habas a sus discípulos, y el Obispo de Niza en el siglo XVIII, en los conventos de monjas por su peligro. Curioso que un Obispo las prohibiese, cuando muchos de ellos no necesitan nada en absoluto para excitarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario