Foto de Daniel Salvador .
Cuenta la historia, o leyenda, que Juan Araujo, un mito en la historia del Sevilla FC. más conocido como "el pato", vivía bien y con una gran tranquilidad. Pero la vida, esa que cuando más tranquilo estamos nos golpea, a él le golpeó y fuerte al enfermar su hijo de una grave enfermedad que ni los médicos podían con ella. Por eso Araujo acudía de vez en cuando ante su desesperación a San Lorenzo para pedirle al Señor del Gran Poder por la mejoría de su hijo.
Pasaban los dias y el hijo no mejoraba, hasta que ya no pudo más con su enfermedad y murió. Fue entonces en un ataque de rabia cuando se dirigió de luto a San Lorenzo y se enfadó con el Señor de Sevilla diciéndole: "que sepas que no vengo mas a verte porque no has salvado a mi hijo. Si quieres verme, vas a tener que ir tú a mí casa." Pasaron unos cuanto años y Sevilla celebró una Santa Misión en el año de 1965, donde participaron las imágenes de Semana Santa llevadas a los barrios para promover la devoción.
Como ya se sabe, el Señor del Gran Poder fue llevado al barrio de Nervión en 1965, en unas andas por las Misiones. Cogiéndole de improvisto por la tarde noche la lluvia, por lo que tuvieron que buscar rápidamente refugio para que el Señor no sufriera daños alguno, y en ese momento vieron una puerta de un garaje y llamaron...no era un garage cualquiera, pues la casualidad o milagro en este caso quiso que fuera el garaje de Juan Araujo, quien quedó perplejo sin poder hablar ante el Dios más grande de Sevilla, el Gran Poder, el que parece que escuchó lo que le dijo y fue a su casa a verle.
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