El filósofo que renunció a una gran herencia.



Tal como suena, el filósofo que renunció a una gran herencia fue Luwig Wittgenstein, todo un multimillonario y no un tieso como hoy muchos que encima van avasallando. Pues renunció a tal fortuna porque todo le sobraba, y lo que quería es vivir humildemente sin ningún tipo de lujos.

Luwig nació en Viena en 1889 y, entre otras cosas, fue filósofo y matemático. El trabajo suyo sobre la lógica esta considerado como uno de los más importante de la historia, y aunque nació como hemos dicho en Viena más tarde se nacionalizó británico. Nuestro protagonista perteneció a una importante familia, por lo que nunca se tendría que haber preocupado en trabajar pero claro, no era como hoy nuestros políticos, que trabajan sin hacer un carajo.

No sería hasta 1913, cuando Luwig con 24 años recibiría la gran fortuna heredada, la que en 1919 renunció a favor de sus tres hermanos: dos hermanas y un hermano. Pues como ven pasaba tres pueblo del dinero, prefería vivir tranquilo y sin tanto patrimonio, el que muchas veces nada bueno trae a los que lo poseen. Es más, hasta insistió más de una vez a sus hermanos que nunca le devolvieran su parte de la herencia. Como ven, los políticos perroflautas de nuestra España actual creo que ninguno tendría este gesto, además día a día lo vemos.

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