Seguro que más de una vez habrán escuchado nudo gordiano, el que según nuestro Diccionario de la RAE dice entre otras cosas que es aquel nudo que está muy enredando y que es imposible de desatar. Que como veremos de imposible nada, claro que hay que tener cerebro para lograrlo.
Cuenta la leyenda, y no un servidor, que viene de los tiempos de Alejandro Magno el nudito gordianito, casi antes de ayer. Fue el Rey Gordias de Frigia, región en la península de Anatolia, y que antes de Rey fue labrador ( nada que ver con los Reyes Golfos que conocemos ), al que le anunció su llegada al trono el oráculo, que aseguraba que el primero en llegar a la ciudad en un carro tirado por bueyes sería el Rey. Y el primero que lo consiguió fue Gordias, y en agradecimiento por la gran fortuna que los dioses le habían brindado ofreció a Zeus el carro con el que había llegado a la ciudad, el yugo con el que araba los campos y una lanza.
Las tres ofrendas que ofreció Gordias fueron unidas por un nudo, el que estaba tan enredado que era imposible de deshacer como ese que usted se habrá quitado bastante enredado pero sin tener nada que ver más de una vez de sus zapatos. Contándonos la leyenda, que aquel que fuera capaz de soltar el nudo conquistaría toda Asia. Por eso cuando Alejandro Magno llegó a Frigia hacia el 334 a.C., se paró ante el nudo gordiano y lo deshizo como mejor supo, que fue sacando su espada y cortando la cuerda haciéndose con Asia. Muchas veces hay que hacer como Alejandro, ir más a lo practicó que a otra cosa.
Esta historia o leyenda, como mejor quieran ustedes llamarla sería la que inspiró al Rey Fernando el Católico a añadir el yugo y la cuerda a su escudo de armas. Un yugo que se convirtió en todo un símbolo en nuestra España. Pues hasta terminó como emblema de Falange, que representa ha dicho yugo con las flechas. Por eso cuando vean el emblema de Falange, recuerden a aquel Rey Gordias.
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