El dicho: Que si quieres arroz, Catalina.



Más de una vez hemos escuchado seguro el dicho de que si quieres arroz, Catalina. Un dicho que viene de los tiempos de Juan II de Castilla, en el siglo XV por un judío dicen converso que residía en León, el cual estaba casado con Catalina que era curandera, la mujer del dicho y de la que cuentan, que le gustaba muchísimo el arroz, tanto que hasta lo recomendaba explicando las cosas buenas de este cereal, que también recomendaba como sanador de cualquier tipo de dolencia.

Todo muy bien hasta que un día enfermó la buena de Catalina, quedando postrada en la cama sin fuerza alguna y sin poder articular palabra. Al no hacerle nada las medicinas, para poder salvar a la pobre Catalina le ofrecieron un cuenco de arroz que tanto le gustaba y recomendaba, para ver si así mejoraba Catalina.

Al no decir nada catalina, y estar como en otro mundo en la cama postrada y sin hacer el más mínimo caso a las veces que le decían: ¿Quieres arroz Catalina?, se dice a aquellos, que cuando se le dice algo no nos contestan, lo que es pasar un pito. Los que por desgracia hay muchísimo, como por ejemplo nuestros políticos mamones.

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