Tal como leen, un entierro milagroso fue el de un religioso del convento de la Santísima Trinidad de Sevilla, donde reside la popular Cofradía del Sagrado Decreto. Estando el religioso enterrado en el lugar conocido como el de las cárceles de Justa y Rufina.
Ahora viene el milagro o como quieran ustedes llamarlo. Al día siguiente de ser enterrado el cuerpo del difunto, se encontró desenterrado, quedando la comunidad toda al completo asombrada. Pero de nuevo otra vez fue enterrado y al día siguiente otra vez se encontró el cuerpo del difunto desenterrado. Siendo revelada a un religioso Santo la explicación del cuerpo asegurando «que no era voluntad de Dios en aquel lugar se sepultarse alguno porque estaba en él los cuerpos de las Santas Vírgenes».
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