Foto ABC.
Fue el 23 de Enero de 1615, cuando en Sevilla los versos que compuso Miguel Cid (no confundir con el Cid Campeador), salieron a la calle Vázquez de Leca, Bernardo del Toro y Miguel Cid con un grupo de franciscanos del convento de San Diego cantando estas coplas inmaculistas.
Hoy con tantos anticatólicos, gilipollas e imbéciles lo tomarían esto a pitorreo, pero en aquella época no era así, gracias a Dios. Además, gustó tanto, que tanto jóvenes como mayores la cantaron, los niños en las escuelas y los mayores por las calles y plazas públicas, una melodía que se oía por toda la ciudad y no como otras hoy a todo altavoz en un coche con los cristales bajados sonando la mayoría de las veces temas mamarracho.
Dice el estribillo de Miguel Cid:
Todo el mundo el general
a voces, Reina escogida,
diga que sois concebida
sin pecado original.
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