La Iglesia de San Antonio de Padua perteneció al convento que la Orden Franciscana fundara en Sevilla en el año 1596 Fray Buenaventura Calatayud Girona. Intervino en su construcción los conocidos arquitectos Diego López Bueno hacia el año 1627, y Andrés de Oviedo, quien la continuó y terminó.
Tiene la Iglesia tres naves divididas en cuatro tramos, contando con crucero, presbiterio y coro a los pies. Su nave central está cubierta por bóveda de cañón, con arcos y lunetos, que se apoya sobre gruesos pilares, levantándose una gran cúpula apoyada sobre pechinas, que arranca sobre los cuatro grandes arcos de medio punto.
En el interior presenta el templo una sencilla portada abierta en la nave de la Epístola, obra del siglo XVII, y junto a esta un bello retablo cerámico realizado por Enrique Orce en 1948 del titular del templo. Destacando del mismo sus dos bellísimas espadañas del siglo XVIII.
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