La imagen de María Auxiliadora de la Iglesia del Carmen de Utrera.



Como muchos sabrán, la primera fundación de los Salesianos en España fue la de Utrera en 1881 solicitada por el Cardenal Lluch a Don Bosco. Por esta solicitud llegó en 1885 la imagen de María Auxiliadora procedente de Marsella, enviada y bendecida por el propio San Juan Bosco, y con la curiosidad de ser la primera imagen de esta devoción que recibió culto en España.

María Auxiliadora es una imagen anónima, realizada en pasta madera y restaurada en 1967 por el conocido imaginero Francisco Buiza, quien ejecutó una copia en madera que es la que procesiona. Por la gran veneración que tiene la Virgen y su historia fue coronada canónicamente en 1981, primer centenario de la Casa de Utrera.

Esta imagen utrerana representa la imagen que San Juan Bosco describe y realizó en 1865 el pintor Tomás Andrés Lorenzote, una pintura que preside la Basílica de María Auxiliadora de Turín.

Se representa a María Auxiliadora sobre una nube de ángeles y con el Niño Jesús en su brazo izquierdo, mientras que la Virgen porta en su mano derecha el cetro, símbolo de su realeza. Viste túnica rosa y manto azul, y el Niño túnica de color dorado. Como vemos, no nos encontramos ante una imagen cualquiera, pues sólo por ser la primera en España ya es más que suficiente como para reconocerla como toda una joya.


La imagen de San Francisco Javier de la Parroquia de Santa María de la Mesa de Utrera.



En la Iglesia de Santa María de la Mesa de Utrera, podemos ver esta curiosa imagen de San Francisco Javier, la cual tiene muchísima devoción en el pueblo y que representa el tránsito del Santo, el momento de su agonía y muerte, que fue el 3 de Diciembre de 1552 en una cueva de la isla de Shangchuan, a las puertas de China, donde se encontraba esperando a que lo recogieran para llevarlo a Cantón para evangelizarlo.

Fue en una restauración donde se descubrió una inscripción que asegura que es obra del escultor sevillano Diego Roldán, quien la realizó en 1751 en Jerez de la Frontera, donde estaba afincado. De esta imagen destaca su rostro de tonos pálidos,  sobrecogiéndonos sus ojos vueltos hacia arriba.

Hay que decir de Diego Roldán Serrallonga, que perteneció a una familia llena de grandes artistas como Pedro Roldán, su abuelo, la Roldana, su tía, y el gran Pedro Duque Cornejo, su primo. Por esto no nos extraña nada de que salieran de su gubia grandísimas imágenes como esta de Utrera, o el Cristo de la Vera Cruz de Rota y la Virgen de la Esperanza de Jerez de la Frontera. Un gran imaginero, que  gracias a Dios hoy se está conociendo un poco más. Con eso nos conformamos, que nunca se queden en el olvido ningún gran artista.


La Virgen del Rosario de Juan del Castillo de la Parroquia de Santa Ana de Triana.

Foto Universidad de Sevilla.


Esta bellísima obra se encuentra en la Parroquia de Santa Ana de Triana, la que se atribuye al conocido pintor Juan del Castillo, maestro del gran Murillo. Obra que pintó entre 1621 y 1625.

La Virgen aparece en la gloria sobre una nube, con el Niño llevando ambos el Rosario en sus manos y rodeados de ángeles cantores con diversos instrumentos musicales.

La pintura de la Dolorosa del Convento de la Encarnación de Osuna.



Esta maravillosa pintura se encuentra en el Convento de la Encarnación de Osuna, obra del pintor sevillano Francisco Meneses Osorio, discípulo del gran Murillo. Siendo Osorio quien finalizó el retablo mayor de los Capuchinos de Cádiz, que Murillo dejó sin terminar a su muerte.

Tiene esta pintura la curiosidad de ser la última obra que se conoce de Francisco Meneses Osorio, la cual realizó en 1703. Una pintura donde se aprecia a la Virgen arrodillada delante de la Cruz , ante la que vemos los atributos de la Pasión como el sudario, la corona de espinas, las tenazas, los clavos, el martillo, el letrero de la Cruz y la jofaina con la esponja. Destacando de este bello conjunto los angelitos de inspiración pura murillesca.

Hay que decir de esta obra, que aunque se note el estilo inconfundible de Murillo, Osorio consigue imprimirle su estilo personal. Consiguiendo así, una obra más que digna.

La mejor veneración.


La mejor veneración, al igual que un altar de cultos, procesión para un un cofrade es siempre recordar y llevar a sus seres queridos. A partir de ahí ya hablamos.

Hoy en las Cofradías.


Hoy en Ias cofradía cualquiera que se engomine y huela a tres personas por la colonia que se ha echado se cree Napoleón.


Buitres engominados.


Si se hubiera trabajado tanto en las Cofradías para ayudar a los hermanos necesitados en vez de montar tantas exposiciones en otro nivel un servidor las hubiera puesto en otro nivel. Pero eso es imposible entre tantos buitres engominados.


Falsos cofrades


Falsos e hipócritas capillitas que todo lo comparten y aplauden con energúmenos que van de artista, cuando son un grandísimo mojón.