Por la gran devoción que Sevilla ha tenido a la Inmaculada Concepción de María, solicitó a las Autoridades Municipales el levantamiento de un monumento para dejar constancia del amor a la Virgen.
Es en el año 1900, el Cardenal de Sevilla D. Marcelo Spínola el que apoyó el deseo y decidió erigir un monumento en el que se discutió los sitios dónde podía ser ubicado. Como la Puerta de Jerez, El Patio de los Naranjos y Plaza del Triunfo, siendo este último en donde se colocó tan bello monumento.
Fue ejecutado dicho monumento por Collaut Valera, que esculpio la imagen de la Inmaculada inspirándose en el cuadro de Murillo del Hospital de los Venerables, estando en el monumento además de la Inmaculada cuatro figuras que representan; al pintor Murillo con paleta y pincel, al escultor Martínez Montañés con gubia y mazo, al poeta Miguel del Cid y al padre jesuita Juan de Pineda, inaugurado el mismo el 8 de Diciembre de 1918 por el Arzobispo Almaraz, día de la Inmaculada.
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