Insigne escultor nacido en Alcalá la Real (Jaén), conocido como el Dios de la madera y el hombre que hablo con Dios.
En 1923, el periodista Enrique Garro organizó una campaña pública para pedir a los sevillanos que colaborarán en una suscripción popular para hacer realidad el levantar un monumento a Martínez Montañés. Obtenido los fondos necesarios además de ayudas oficiales, se encargó de realizar el monumento el escultor y médico don Agustín Sánchez Cid, que lo hizo representando al maestro con una pequeña Virgen y una gubia en las manos, siendo fundido en bronce en Madrid por el fundidor José Codina.
El monumento después de haber estado en distintos lugares de Sevilla, se encuentra actualmente en la Plaza del Salvador, delante de la Iglesia del mismo nombre, contando una leyenda, que el maestro ya anciano y enfermo se acercaba a esta plaza para ver salir a la imagen del Señor que él había hecho.
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