Fue el Papa Calixto (217-222) antes de ser elegido Papa y ayudante del anterior Papa Ceferino, el que por su gran rigor con las normas de su religión actuó de la brutal manera que que a continuación contamos.
Entró el Papa en una pequeña Iglesia donde se encontró a varios hombres borrachos. El futuro Papa cogió un palo y comenzó a golpearlos sin mediar palabras, así, por las buenas de Dios, quedando todos incluido Calixto detenidos y condenados a diferentes penas, siendo la pena del que más tarde sería Pontífice a un año de trabajos forzados en las minas de sal de Cerdeña. Un castigo ejemplar por actuar como actuó este Papita, al estilo más bajuno.
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