La Virgen de la Merced como testigo de un caballero que no cumplió su palabra.


Cuenta la leyenda, esa tan poco creída por muchos eruditos y muy defendida por el pueblo, que a principios del siglo XV, un caballero dio palabra de casamiento a una dama sevillana y noble, poniendo por testigo a la Virgen de la Merced, imagen que estaba en la Iglesia del convento del mismo nombre. 

Consiguió el caballero a la bella dama; pero parece ser, que se aburrió al momento negándose a cumplir su palabra, igual que muchos se casan hoy y al mes están preparando los papeles para el divorcio, aquí se puede ver que la cosa no ha cambiado tanto. Por todo esto, la dama al no tener testigos del juramento dado, se le ocurrió la genial idea de poner por testigo a la Virgen, por eso fueron el caballero y la dama acompañados de un escribano y un gran público al templo, donde el pícaro del caballero estaba bastante  tranquilo porque según él, una imagen no contestaría, cuando para su sorpresa le dijo la mujer: Señora mía vos sois testigo de que este hombre, invocando a vos, me dio la palabra de ser mi marido, y mediante ello me obligó. Dicho esto, la imagen bajo la cabeza como afirmando que era verdad lo que la mujer decía, quedando el caballero totalmente convencido. 

Si hoy más de uno o de una  siguieran tomando por testigos a cualquier Virgen, les puedo asegurar con la mano en mi corazón, que todas tendrían la cabeza bajada.

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