Muertes por un juego en la Sevilla del XVII.


Como siempre suelo decir, todo no era color de rosa en la Sevilla del XVII e igual que en otros muchos sitios, aquí vamos a ver lo ocurrido en 1621, siendo el Asistente de la ciudad el conde de Peñaranda, el cual era un...lo que ya saben ustedes.

Un grupo de muchachos se encontraban reunido y jugaban a diversos juego, todos inocentes por supuesto. Pero un día a uno le dio por decir que estaban formando una reunión para proclamar a uno de ellos rey, cosa como bien se sabe de muchachitos, teniendo la mala suerte que llegó la broma a algunos alguaciles, y un día que los muchachos estaban reunidos fueron prendidos por la autoridad como si fuesen unos asesinos, escapando algunos de estos y quedando presos siete de ellos.

 Enterado el cabronazo del conde de Peñaranda del caso, se lo tomó tan en serio, que hizo que contra los jóvenes se formara un proceso como perturbadores de la tranquilidad del Reino. Y así, aceleró los trámites de tan injusta causa de Estado, siendo la sentencia condenar a muerte a todos los muchachos, que era la injusta Justicia de aquellos tiempos, los cuales fueron ejecutados en la Plaza de San Francisco. Unas ejecuciones a unos inocentes que no hay por donde cogerlas; pero si al Asistente y haberlo colgado de sus partes.

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