No quiero ser capataz. Para algunos, no para todos.


Que no tío, que yo en verdad no quiero ser capataz de un paso, lo que verdaderamente me da morbo y me gusta son las fotos que me echan y luego verme en Facebook, Twitter o en el periódico local.

 Que no tío, que no, que lo que me apasiona son las fotos y el postureo además de peinarme con la lengua de una vaca, y que nadie se meta conmigo, porque yo respeto a todo el mundo, lo que pasa es eso tío, que me gustan las fotitos y de vez en cuando  hacer un poco el gilipollas. Pero nada más. Porque si en mi casa o en la calle no puedo lucirme, no puedo estirarme, no puedo resaltar, no soy nada y encima no puedo mandar ni a mi suegra pues tu me dirás que carajo hago yo metido en una Cofradía, ¿el tonto? Pues no, el gilipollas tío. Pero me importa un pito porque me río y me lo paso del 15.

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