No hay en el mundo humildad más grande que la de tu rostro, no la hay. Pero si la hay y alguien la tiene son tus hijos Macarenos que todo el año hablan contigo y te cuentan sus cosas, cosas muy importantes y menos importantes, pero todas desde la humildad que tu les enseñaste mi Señor de la Sentencia.
Foto de Hareton.
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