Alonso de Ojeda.


Alonso de Ojeda fue todo un personaje. A la edad tan solo de quince años se subió a la Giralda, donde estaban haciendo obras y por una viga que sobresalía de la Torre salió valiente a su exterior haciendo equilibrio, y para llamar la atención del público que salía de la misa en la Catedral tiro una de las naranjas que llevaba. Fue cuando los Reyes y su comitiva se dieron cuenta y quedaron sorprendidos al ver a Alonso de Ojeda, el que con otras naranjas que llevaba empezó a tirarla por el aire y cogerla manteniendo su equilibrio, (ese que si se hubiera tomado unas cuántas cervezas, el carajazo que hubiera metido no digo ná).

 Cuando terminó Alonso de Ojeda su particular número bajó y al momento fue cogido por los guardias y llevado a Isabel, diciéndole que había montado aquello para que se fijara en su valor y le hiciesen merced de una plaza en el ejército (igual que hoy por los cojones), que no temía a ningún enemigo igual que no temía a una mortal caída desde la Giralda, por lo que le dio la Reina una banda de Alférez a pesar de su juventud.

Alonso de Ojeda respetó sus palabras y estuvo en la campaña de Granada, como también en algunos viajes con Colón, quien al finalizar murió muy pobre y anciano en un convento franciscano, donde terminó así sus días este valiente caballero.

Foto de Rafael Arcángel.

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