El castigo a cualquier corrupto .


El rey Creso de Lidia (560-546 a.C.), fue uno de los hombres más ricos de la historia. Superficial y prepotente presumía de su gran felicidad por tener todo lo que cualquiera podría desear en aquella época, (menos un móvil último modelo). Por lo que un día el gran filósofo Solón le visito en Sardes, la capital de su reino y le dijo: no te confíes, Creso, el dinero y las posiciones materiales no son fuente de felicidad, y años después Cirio, Rey de los persas conquistó Lidia y Creso fue condenado a muerte, quien antes de ser ejecutado se lamentó diciendo:¡Ah, Solón! Cuanta razón tenías... 

Cirio ordenó detener la ejecución y le preguntó que quería decir, y al relatar lo que le dijo Solón lo indulto diciendo: con tu derrota y la pérdida de tu fortuna ya has tenido bastante castigo. Esto hay que hacer con cualquiera de nuestros corruptos, esto bastaría.

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