Magnífica y portentosa es la muy desconocida Dolorosa de la Iglesia de San Alberto de Sevilla, una de las mejores muestra de la Virgen en la capital hispalense y la que parece ser obra del taller del maestro Pedro Roldán hacia 1700.
Su expresividad la hace una de las grandes Dolorosa del Barroco tanto en Sevilla como en Andalucía, comparándose con otras imágenes como la Virgen de la Amargura o la bellísima Virgen del Mayor Dolor de Jerez de la Frontera (Cádiz), teniendo la imagen sevillana la boca entreabierta y manos entrelazadas, la cual mide unos 1,30 mts.
La Dolorosa de San Alberto está atribuida también al imaginero José Montes de Oca en el siglo XVIII, pero yo particularmente la veo anterior a la gubia de este artista. Su mirada perdida y a la vez profunda me hace recordar a la mirada más sevillana, la de la Esperanza Macarena, una Virgen que si usted no conoce se debería de plantear lo más rápido posible de ir a verla por su gran calidad de imagen y grandeza que nos lleva al rezo más íntimo de la Sevilla Eterna.
Virgen de los Dolores de la Iglesia de San Alberto.
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