El Puente de Barcas. Un inconveniente para Fernando III el Santo.


Fue durante el asedio de Sevilla por el rey Fernando III el Santo, cuando solo el Puentes Barcas quedaba como comunicación de la Ciudad con el exterior, por el que entraban alimentos y suministros en Sevilla y muchas gente de armas. Por esto el muy pensador Fernando III se dio cuenta al momento , que mientras siguiera el Puente le sería dificilísimo rendir Sevilla, expresando a su Consejo el cortar dicha comunicación.

El Almirante Bonifaz fue quien se hizo con el problema del Puente, decidiendo romperlo y problema solucionado. Tomó dos naves de las más grandes de la flota, a la que armaron y reforzaron sus proas con espolones de hierro para que cuando el viento fuese a su favor hacerlas chocar con el Puente y destrozarlo. El día sería el 3 de Mayo de 1248, cuando las dos naves destrozaron el Puente de Barcas, quedando igual  o peor que el Puente, pero lo destrozaron.

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