Y no llora de pena mi Macarena, llora de alegría por vivir en donde vive y como los Macarenos a Ella veneran junto a su Hijo el Señor de la Sentencia, al que todas las Madrugá le paran tan injusta Sentencia. Por esto, mi Macarena no llora de pena.
Fotos de Jesús Martínez .
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