Carlos IV en Sevilla.


Es en diciembre de 1795, cuando llegó la noticia al Ayuntamiento sevillano de que el rey Carlos IV venía a Sevilla para cumplir una promesa que había hecho la reina doña María Luisa a San Fernando, de visitar el sepulcro si se sanaba el príncipe de Asturias don Fernando de una dolencia. 

Este príncipe fue Fernando VII, conocido por muchos como "el indeseable", noveno hijo de Carlos IV y María Luisa de Parma.

Los vecinos de Sevilla engalanaron las calles y balcones para la llegada del Rey, entrando en Sevilla con su corte el 18 de Febrero de 1796. Al día siguiente los Reyes fueron a la Catedral para visitar a Fernando III, el Santo, siendo recibido por Capellanes Reales donde presentaron al príncipe a San Fernando para cumplir su promesa.

Estuvieron en Sevilla los Reyes casi dos semanas, los que fueron obsequiados por el pueblo con funciones teatrales, carreras de cinta, corridas de toros y cacería de lobos en los montes de Gerena. Menos mal que vinieron por una promesa...

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