Rafael Blanco Guillén y el Cachorro.


Nació este buen hombre en 1945 en Alcalá de Guadaira, siendo su oficio el de polvero, que en la tarde del 26 de Febrero de 1973, al abrir el polvero que estaba en frente a la Capilla del Patrocinio vió como ardía la Iglesias donde está el Dios de Triana. Fue entonces cuando Rafael sin pensarlo, entró como mejor pudo en el interior para salvar a las imágenes del incendio, donde las llamas ya llegaban hasta el techo y a la Virgen del Patrocinio la habían hecho ceniza.

Rafael Blanco al entrar en la Capilla fue herido en una pierna y se puso entero de negro por el humo, cogiendo en ese momento un jarrón de flores lleno se agua para apagar el fuego que iba hacia el Cachorro. Luego como es normal abrió las puertas de la Iglesia y ya entraron los bomberos y otras personas, las que con mucha maldad se pusieron una medalla diciendo que salvaron también al Cristo, un protagonismo que muchos no pierden ni en situaciones tan difíciles como esta.

Lo que sí es verdad, que sí hoy está el Cachorro en Triana y entre nosotros es gracias al bueno de don Rafael Blanco Guillén, porque sin su intervención hoy el Dios de Triana no estaría en su bendito barrio. Todo un salvador, del que ni la misma hermandad según él se acordó de este hecho heroico hasta los 25 años del incendio, una vergüenza por parte de la Junta de Gobierno, ¿sería porque no era de Triana? No lo sé ni me importa, lo único que sé es que salvo al Cachorro, con eso me basta.

Rafael Blanco Guillén.


Foto de Calvo'Pastor. El Cachorro.

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