Literatura sevillana.


Sí la literatura sevillana sigue así de pobre, por ejemplo la localista, que es la que ya saben y entra la feria, fiestas y la que más arraigo tiene, la Semana Santa, solo saldrá como muy lejos a Dos Hermanas o Utrera.

 No quiero decir con esto que no se haga buena literatura, para nada, porque he de reconocer que también la hay. Lo que no es normal es que desde la gran novela y única en su tema "El Hombre que esculpió a Dios" haya salido toda una colección de estas que no hay por donde cogerla, y todo por el mero hecho de competir y quedar siempre por lo alto del quien sea y como sea.

Referente a los libros de historia de Sevilla, arquitectura, retablos, pintura, azulejería, jardines, edificios y otros muchos más hay de todo, bueno y malo. Y cuando digo malo, me refiero a los que están más lleno de fotos que te textos, que es lo que realmente importa y nos enseña. Pero aún así ni muchos que están lleno de textos hay por donde cogerlo (sobre todo leerlos), porque están casi copiados de otros libros, que no es malo pero si cuando el escritor lo alarga a su antojo para quedar tan docto, que ni este ni el lector se enteran de un carajo.

Antes de terminar, no puedo olvidarme de esa otra literatura cursi y sentimental, que ahora parece ser que está muy de moda.  Literatura a la que llamo del Padre Cué, el que hizo llorar a casi toda Sevilla y ni era sevillano y mucho menos andaluz, es esa literatura de poesía pesada a una imagen de la Semana Santa, es esa literatura de piropos a cualquier cosa horrorosa, pero que como está en Sevilla hay que decirle algo bonito (y voy por la Torre Pelli), es esa literatura qué mezcla la historia de Sevilla con todo menos con la misma Sevilla, la que nada tiene que ver aunque unos cuantos se la inventen, es esa la literatura que sobra.

Foto de Daniel Salvador.

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