Fue el trágico día del 30 de Enero de 1998, cuando eran asesinados el concejal del Partido Popular Alberto Jiménez Becerril y su esposa Ascensión García Ortiz por los perros de ETA al dirigirse a su casa después de haber salido de un bar cerca de la Catedral sobre las 01:00 en la esquina de la calle Don Remondo.
Como todo ser indeseable, satánico y monstruoso, se le acercaron por la espada y dispararon sin conciencia alguna unos miembros del comando muy perro de ETA. Esta placa colocada en el lugar donde se produjeron los hechos recuerda a estas inocentes víctimas. Dios las tenga en su Gloria.
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