San Fernando de Murillo.
Hablar de Murillo es hablar de arte, un arte que creo como nadie con esos mágicos pinceles llenos de dulzura. Como vemos en el bellísimo San Fernando de la Catedral de Sevilla, una de las mejores representaciones del Santo en la historia de la pintura.
El retrato de Fernando III, el Santo, fue pintado en 1671 por el genio de Bartolomé Esteban Murillo, obra de una grandísima expresión en el rostro del Rey con sus ojos vueltos hacia el cielo que parecen salirse de la pintura. Tan genial es este retrato, que es todo un referente en la iconografía del Santo.
Se representa al Rey Fernando III con capa, espada y bola del mundo, destacando de la obra la maravillosa mano que coge la espada, de una perfección tal, que entran ganas de acariciarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario