La Capilla de los Evangelios de la Catedral sevillana es una muestra más para que este monumental templo sea visitado todas las veces que se pueda, sobre todo por el rico patrimonio que atesoran capillas como esta. La que está cerrada por una reja y sobre esta una vidriera que representa La Resurrección de Lázaro, obra de Arnao de Flandes en 1554, y una en su interior del mismo autor de 1553 con El Nacimiento de Cristo.
A Don Rodrigo de Santillán, Arcediano de Écija se debe la fundación de la Capilla, quien costeó en 1555 las maravillosas pinturas del retablo realizado por el gran pintor Hernando de Esturmio, artista de origen holandés. En el banco del retablo vemos tres pinturas de Santa Catalina con Santa Bárbara, San Sebastián con San Juan Bautista, San Antonio y Santa Justa y Rufina. Mientras que en el primer cuerpo aparece La Misa de San Gregorio en el centro, y en los laterales San Marcos y San Lucas. Y en el centro del segundo cuerpo aparece La Resurrección de Cristo, flanqueada en los laterales por San Juan y San Mateo.
En los muros de la Capilla, también hay varias pinturas de una gran calidad, nunca claro está, comparándolas con las del retablo de Esturmio. Una obra de un valor incalculable por la luminosidad y maestría de los pinceles del artista que más de un Museo desearía tener en su colección. Desde aquí animamos a aquellos que no conozcan esta Capilla, que no duden ni un segundo en visitarla. Merece la pena.
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