Se encuentra el Callejón de la Inquisición en Triana, el que entre los siglos XV y XVIII la Santa Inquisición sevillana tuvo su cede en el Castillo de San Jorge a orillas del Guadalquivir. En este castillo estaban las cárceles del terror, en la que los condenados muchas veces morían de impotencia y pánico antes de las torturas a las que serían sometido.
Cuentan que aún en estos tiempos todavía se escuchan llantos y gritos de las ánimas de los condenados, con el sonido del arrastre de sus cadenas. No siendo de extrañar si solo nos imaginamos un poco el sufrimiento que pasarían aquellos condenados, y la mayoría de las veces por pensar diferente de la Iglesia, la que no supo demostrar para nada la piedad de Dios.
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