La Fiesta de los Judas.


Foto de Ismael Castañeda.


La Fiesta de los Judas (esos que abundan en el día a día de nuestra vida) fue una costumbre que se perdió en la Semana Santa el Sábado de Gloria, la que en dicho día se conocía como la Fiesta de los Judas. Se hacía en todos los barrios, pero el que más fama adquirió fue el de San Bernardo, el barrio de los toreros.

Como es normal mucho se preguntarán quién era el Judas. Pues el Judas era un muñeco confeccionado de paja y esparto relleno de trapos donde se figuraba el pecho y espalda de una figura humana, que representaba al traicionero de Jesús. Este se representa con el pecho cubierto de un chaleco y se rellena con trapos y paja los brazos y manos, colocándose en la derecha una bolsa con las treinta monedas y sobre el cuello de la chaqueta  una bolsa de paja, la que hacía de cabeza.

Estos Judas eran sujetados por los vecinos desde los balcones con unas cuerdas antes de las nueve de la mañana, los que quedaban suspendido y los chiquillos armados de palos largos y cañas le iban dando golpes hasta las diez que todo quedaba en calma por el toque de Gloria de la Giralda. Cuando los Judas caían al suelo los chiquillos le daban golpes y pisaban haciéndose algunos con un pie o la cabeza del Judas, que era como un trofeo para ellos. Hoy habría que hacer otra Fiesta de los Judas, pero más veces en el año, y si fuera con nuestros políticos muchísimo mejor que mejor.

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