Nació el imaginero y pintor Antonio Perea Sánchez el 12 de Junio de 1911 en Sevilla, y falleció el 25 de Abril de 1998. Ingresó en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla a los 16 años, donde cursó cuatro años de estudios para el desarrollo de distintos oficios de la Institución, donde terminó como trabajador delineante.
Fue El 22 de Julio de 1936, cuando Antonio Perea fue arrestado por ser acusado de colaborar con las fuerzas rebeldes al General Quipo de Llano que combatían en el barrio de San Marcos de Sevilla. Por esto estuvo más de catorce años en prisión, a donde iría su amigo José Laborde para encargarle la maravillosa talla del Cristo para la Hermandad sevillana de Jesús Despojado, que estaba recién fundada. Se inspiró el artista para realizar la obra en el Expolio del Greco, y en un compañero de cárcel que tomó como modelo, al que por desgracia más tarde fusilaron, terminado la talla en la enfermería de la cárcel, la cual fue habitada como taller para su realización.
Es la obra más importante sin duda alguna del artista sevillano, la imagen de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, la que fue bendecida el Domingo de Ramos de 1939. La primera salida procesional estaba prevista para el año siguiente, pero por diversas vicisitudes no saldría hasta el Domingo de Ramos de 1941. Aparte de esta imagen de Jesús Despojado hizo otras de una gran calidad como el Cristo Yacente de Aracena (Huelva), titular de la Hermandad del Santo Entierro. Es una lástima que de este artista apenas se tengan referencias, aunque nada tiene que ver para que haya pasado a la historia como uno de los grandes imagineros del siglo XX.
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