Nació este gran personaje y a la vez muy desconocido para muchos llamado, Antonio de Morga Sánchez Garay el 29 de Noviembre de 1559 en Sevilla, y falleció el 21 de Julio de 1636. Fue abogado y funcionario colonial de alta graduación en Filipinas, Virreinato de Nueva España y Perú. También conocido por su faceta de historiador, público el libro de sucesos de las islas filipinas en 1609, uno de los mejores trabajos sobre la primera época de la historia de la colonización española en Filipinas, quien comandó una flota española en una batalla naval contra piratas holandeses en las Filipinas, en 1600.
Garay fue alumno de la Universidad de Osuna, donde se graduó de Bachiller en 1574, y en 1578 consigue un doctorado en leyes, que tras enseñar en Osuna vuelve a Salamanca para estudiar leyes civiles, y en 1580 empieza a servir en el gobierno del Rey Felipe III como abogado. Siendo en 1582, cuando era Alcalde entregador de la Mesta, cuando contrajo matrimonio con Juana de Briviesca y Miñatones, la que falleció en 1606, quien le dio nada más y nada menos que dieciséis hijos (hoy tal como está la pradera una ruina total) de los que algunos murieron a corta edad. En este mismo año empezó a trabajar también como Auditor General de las Galeras de España, cargo en el que permanecería hasta que en 1593 es ascendido a Teniente Gobernador de las Islas Filipinas con el encargo de establecer la nueva Audiencia. Año este que es enviado a Manila como Teniente Gobernador de las Filipinas, segunda posición con mayor poder en la colonia, después de Gobernador General. Llegó a Manila el 11 de Junio de 1595, desde Acapulco, en la Nueva España. Admitió el cargo de Teniente Gobernador en 1598 para asumir el cargo de «oidor», o juez, en la restablecida Audiencia de Manila.
Es en 1600, cuando el Gobernador Francisco de Tello de Guzmán elige a Garay para equipar una flota en Cavite y atacar a los corsarios holandeses que atacaban los barcos que entraban en el puerto de Manila. Tarea difícil por ser la primera vez que se situaba en primera línea de combate. La batalla fue muy intensa, la que dejó muchísimas bajas tanto de un lado como el otro, quedando la nave de Garay hundida sin poder alcanzar las costas, por lo que murieron muchísimos. Garay se salvó gracias a que estuvo nadando algo más de cuatro horas con el estandarte holandés, hasta que consiguió por fin llegar a una pequeña isla abandonada. Siendo la victoria final de los españoles.
El 10 de Julio de 1603, Garay partió de Manila, al comando de las naves hacia Nueva España. Año este que fue designado Alcaide del Crimen de la Audiencia de México, en la que sirvió en los empleos de Auditor y Asesor de los Virreyes en las materias de Guerra y de Consultor del Santo Oficio. Le confió el Consejo de Indias la visita y cuenta de propios de la ciudad y el Consejo de Castilla la visita y administración del Estado del Marqués del Valle, pasando en 1614 a la Presidencia de la Audiencia de Quito. Garay fue un funcionario dicen muy inteligente y preparado, no como algunos que yo conozco de hoy, que no saben ni donde viven. Sin embargo Garay conocía muy bien la ley y la sabia hacerla cumplir, pero era tan listo, que tenía bastante lucidez para no ser esclavo de ella enfocando los problemas de otra forma.
Se interesó bastante bien el sevillano en la construcción de caminos y habilitación de puertos, en la ampliación de los mercados y en la defensa de los territorios costeros del Reino. Intentó unir Ibarra, San Matheo, Quito Bahía de Caráquez, Cali y Buenaventura. La ciudad de San Antonio de Morga la fundó nuestro personaje, por eso lleva su nombre. Dictó instrucciones para mejorar en los Obrajes de la Audiencia y restauró los que funcionaban en Otavato y en Peguche. Siendo en 1622, cuando autorizó la fundación de la Universidad jesuita de San Gregorio en Quito.
Un hombre tan sabio y con una vida tan intensa tiene que tener siempre un algo para que lo puedan criticar, y Garay lo tuvo. Le gustaban a rabiar las mujeres y era muy jugador, y solía hablar de sus conquistas en alguna que otra ocasión, algo normal que al igual que hoy cuatro gilipollas se escandalizaban. Fue investigado por corrupción y lo arrestaron, pero al ser declarado inocente lo pusieron en libertad. Como verán, toda una vida de película la de este sevillano, muy desconocido pero con una historia que ya otros quisieran.
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