Esta iglesia es uno de los templos más hermosos y suntuoso que existen en Sevilla, la que fue en otros tiempo sede del Convento de San Pablo. Regido por frailes pertenecientes a la Orden Dominica, que era la que tenía a su cargo el triste Tribunal de la Inquisición y que en Sevilla igual que otras partes de España se distinguió por su gran dureza por las sentencias y resoluciones.
La primitiva Iglesia fue derribada por orden del gobierno de José I, conocido por Pepe Botella, teniéndose constancia que a los frailes de la Orden Dominicana le dieron unas casas en la collacion de la Magdalena el rey Alfonso X “El sabio”, para que en las mismas construyesen un convento.
Las obras de la actual configuración arquitectónica de la Iglesia se deben al gran arquitecto Leonardo de Figueroa, que las concluyó en 1709, siendo bendecida por el Cardenal D.Luis Salcedo en 1724. En este templo destaca su retablo mayor, el que se encuentra una imágen de San Pablo y otra de la Magdalena, realizadas por el escultor Felipe Malo de Molina en 1704, encontrándose grandes obras de artes como cuadros de Zurbarán, pinturas de Lucas Valdés, imágenes de Pedro Roldán, Juan de Mesa y muchos artistas más de reconocido prestigio.
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