Nació en Sevilla en el año de 1754. Y desde la primera actuación en Madrid, se transformó gracias a su peculiar estilo de torear en un ídolo de masas de la afición de esta ciudad.
Por su gran humanidad, Pepe Hillo era invitado a torear en corridas de carácter benéfico en favor de los más pobres (igual por los cojones que hoy muchos), quien murió cogido por un toro llamado Barbado por la ganadería de Peñaranda Bracamonte el día 11 de Marzo de 1801 en la plaza de la Puerta de Alcalá de Madrid.
El magnífico pintor Francisco de Goya inmortalizó la cogida en tres grabados. Fue por su bondad conocido por muchos como el torero bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario