El Cristo de la Fundación.


El Cristo de la Fundación, es sin duda uno de los grandes Crucificados de Sevilla, en el cual se representa con una gran maestría las facies cadavéricas en su anatomía. Grandísima obra del imaginero Andrés de Ocampo, realizada en 1622 en madera de cedro y 1'62 metros, costando la cantidad de 1.400 reales. Un Crucificado para detenerse a observarlo y por supuesto sin mirar la hora.

Conocido es el Cristo como el de los Negritos popularmente, y como ya hemos dicho lo realizó Andrés de Ocampo. Pero su policromía la hizo en 1635 Pablo Legot.

 La historia de este Crucificafo se remonta a 1620, cuando Felipe IV encarga a  Andrés de Ocampo el Crucificado titular de la Catedral hondureña de Comayagua, pudiéndose considerar una réplica el Cristo de la Fundación, el cual parece que su destino era las Indias y que gracias a Dios quedó en Sevilla. Cuando está clásica Cofradía lo compró no fue a Andrés de Ocampo, sino después al pintor Pablo Legot.

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