Se contrato este bellísimo retablo en Abril de 1601, siendo diseñado por Asencio de Maeda basándose en el del monasterio madrileño de San Lorenzo del Escorial, correspondiendo el ensamblaje a Diego López Bueno.
La Policromía como las pinturas del Gran retablo fueron encomendadas a Alonso Vázquez, al que se le impuso un programa iconográfico basado en la labor mediadora de la Virgen y los Santos como la glorificación de la virtud de la Caridad, que debía ser plasmada nada más y nada menos que en 18 bellas pinturas sobre tabla. Toda una joya digna de ver.
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