Fue por 1980, al coincidir con las bodas de plata de la adquisición de la Virgen, cuando la Hermandad del Cerro del Águila comienza a querer convertirse en Cofradía de Penitencia. Por lo que los componentes de la Hermandad, al ver un hermoso Crucificado en la Parroquia de San Gil, que no tenía culto, deciden convertirlo en su Cristo titular, con la advocación del Desamparo y Abandono.
Iniciando los hermanos las gestiones, comprueban que pertenece a la Diputación y que procedía del ex-templo jesuita de San Luis, los cuales solicitaron su cesión, que fue autorizada en 1981 por el pleno.
La imagen del Crucificado es de una gran calidad, atribuida al círculo de Francisco de Ocampo entre 1615 y 1625, estando realizado en madera de cedro y de 1'91 metros.
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