La primera documentación que se tiene de esta obra maestra de la imaginería se debe al testimonio de fray Juan Grerrero, que perteneció desde 1615 a la comunidad del convento sevillano de la Merced, el que la documenta indirectamente al <<Dios de la Madera>> Juan Martínez Montañés. Asombro de los siglos presentes y admiración de los por venir.
La imagen del Señor de Pasión, como le llaman en Sevilla, es de madera de cedro, de 1,64 metros de altura, la cual representa a Cristo caminando hacia el Calvario, apoyando el pie izquierdo en el suelo, mientras el derecho apenas lo roza con el dedo, dando un movimiento sublime que ha sido muchísimas veces copiado sin superar nunca tan grandísima y portentosa imagen.
El Señor de Pasión procesionó siempre acompañado de la figura de Cirene hasta 1974, que empieza a salir sólo. Todo un acierto para muchos y un disgusto para otros.
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