Como ya sabrán o no, y digo no, porque he escuchado yo no sé cuántas barbaridades sobre el Pelícano del paso del Cristo del Amor, como qué coño hace ese pajarraco o qué pinta un pájaro tan feo en un paso en fin, majaretas e imbéciles siempre existiran. Pero sin entender un carajo.
El Pelícano al que nos referimos va tras la Cruz del portentoso Crucificado del Amor de Juan de Mesa, pájaro como le dicen algunos pájaros (que éstos sí que son pájaros y pajarracos) representa el símbolo del amor. Dice la leyenda medieval que un Pelícano devolvió la vida a sus crías muertas con su sangre esparciéndola sobre ellas tras abrirse el pecho a picotazos, ejemplo que también dio Jesús al derramar su sangre para salvarnos y que hoy por desgracia valoramos poco en una sociedad cada vez más de buitres carroñeros.
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