Muchas bellas ciudades presumen y a la vez se sienten orgullosas de sus monumentos, monumentos que al fin y al cabo se quedan en eso. Fíjense si Sevilla es grande, que con todos los monumentos que tiene de ninguno presume, sólo de Aquella que está en San Gil y se llama Macarena, que si para muchos es una imagen o monumento yo los corrijos y le digo que si. Pero viva entre nosotros, y que no hay en el mundo mayor monumento que rezar y querer a una Madre como la nuestra, la Esperanza Macarena .
Foto de F. Villapol.
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