Fue por el año de 1393, cuando el Cardenal Gonzalo de Mena y Roelas fundó un hospital que se llamó Nuestra Señora de los Reyes, hospital para atender a los esclavos cuando ya no podían hacer nada o enfermaban y eran abandonados a la suerte de Dios.
Se situó dicho hospital a extramuros con una pequeñita Capilla, huerta y cementerio propio en el cual radicaba una hermandad de luz bajo la misma advocación para atender al culto. En el siglo XV, el hospital paso a llamarse de Nuestra Señora de los Ángeles, Hermandad que aglutino a los negros acudiendo a los necesitados como a miembros más destacado como el conocido Conde negro Juan de Valladolid, portero de cámara de los Reyes Católicos y nombrado juez y mayoral de los negros.
Se hizo Cofradía a mediados del siglo XVI, aprobándose sus Reglas en 1558 y estableciendo su salida procesional el Jueves Santo. Reglas que admitían en la Cofradía no solo a negros, sino también a mulatos e indios autorizándose a las mujeres a procesionar (como ven el tema de las mujeres no es nuevo ni invento de hoy, solo hay que informarse).
Curiosa fue la prohibición a primeros del siglo XVII que le prohibía salir, por lo que la Hermandad acudió al Papa Urbano VIII, quien les aprobó las Reglas en 1625 mediante la Bula In Supremo Apostolice Dignitates y sin tomates, siendo la única Cofradía que tiene sus reglas aprobadas por un Papa. También son curiosas las Reglas aprobadas en 1730, en la que la Real Maestranza se comprometía a darle un trato preferente acompañando a la Virgen, la cual estableció una curiosísima costumbre de celebrar en Agosto una carrera de gansos delante de la Capilla, durando hasta primeros del siglo XIX.
Curiosa fue la prohibición a primeros del siglo XVII que le prohibía salir, por lo que la Hermandad acudió al Papa Urbano VIII, quien les aprobó las Reglas en 1625 mediante la Bula In Supremo Apostolice Dignitates y sin tomates, siendo la única Cofradía que tiene sus reglas aprobadas por un Papa. También son curiosas las Reglas aprobadas en 1730, en la que la Real Maestranza se comprometía a darle un trato preferente acompañando a la Virgen, la cual estableció una curiosísima costumbre de celebrar en Agosto una carrera de gansos delante de la Capilla, durando hasta primeros del siglo XIX.
Y antes de terminar, como curiosidad también comentar, que fue en el siglo XIX, cuando la Hermandad de los Negros empezó a admitir a hermanos de raza blanca. Sin olvidarnos que su Capilla la deben al caballero veinticuatro Juan de Vargas Sotomayor, que en 1604 cedió a la corporación tres casas frontera a San Roque.
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