Me siento indignado de un pueblo el que parece no querer un cambio y seguir manteniendo a golfos y a terroristas sicológico de nuestras mentes.
No se quejen luego de tanta sanidad ni educación, ni pidan tanto en misa por los que en la calle se encuentran por culpa de estos que ni nombró por que asco me dan.
No vayan tan de buenos por la vida cuando todo se lo pusieron en bandejas de plata mientras otros en bordillos de la calle comían y siguen comiendo las sobras que usted tira a la basura.
Me siento indignado y seguiré hasta que no vea a alguien con dos cojones que se preocupe por los sin techos y los que por desgracia no pueden llegar a fin de mes. Ojalá muchísimos hijos de PUTAS, así se vieran.
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