Podemos ver con nuestros ojos y no con el del... en el interior del doble arco de la maravillosa Puerta del Perdón de la Catedral un Ecce Homo con la advocación de Cristo del Perdón, de medio cuerpo en un altar de mármol, costeado por Sebastián de Santamaría, escribano del Cabildo y al que se le concedió sepultura en dicho sitio en 1725.
Un Ecce Homo con un rostro sobrecogedor, que si usted como tantos otros es un poco despistados, pasará por dicha puerta mirando a todo menos a lo que verdaderamente tiene que mirar, los detalles, esos que se nos escapan y que Sevilla tiene una grandísima cantidad de ellos.
Foto de Arte Sacro.
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