La clásica y maravillosa Hermandad de los Servitas es la refundación de una más antigua, cuyo origen se remonta a una primitiva de penitencia de los Siete Dolores, la cuál se fundó en el convento dominico de Porta Coeli en 1490.
Esta Hermandad desde sus inicios estuvo vinculada a la Orden Servita, creada por siete caballeros en Florencia en 1233 dedicada a contemplar y meditar los Dolores que la Virgen padeció ante los sufrimientos de la Pasión y Muerte de Cristo. Hermandad que se trasladó al convento de San Pablo y se fusionó con la de la Virgen de la Antigua, la que se extinguio al poco tiempo apareciendo luego en San Marco por un grupo de devotos para dar culto a una imagen de la Piedad del siglo XVI, que es la que hoy conservan en su Capilla.
Las primeras Reglas de la Hermandad son de 1696, con el nombre de Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores instalándose en San Marco y construyendo Capilla propia en 1713, donde siempre han estado. Esta corporación cogió un gran auge en el siglo XVIII, siendo la duquesa de Medinaceli una gran protectora de la misma con otros personajes de la nobleza de la época, en la que recibió el título del Real por Carlos III hasta de caer como tantas otras Cofradías por la invasión francesa, que perdió enseres, joyas y no resurgió hasta el siglo XX.
Y fue en el año de 1971, cuando se constituyó en Cofradía de Penitencia, realizando su primera salida con el paso de la Piedad en 1972. Imagen portentosa del genio imaginero José Montes de Oca en el siglo XVIII. Una Cofradía para no perdérsela el Sábado Santo.
Hermandad de los Servitas.
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